lunes, 19 de marzo de 2012

De una endemoniada a su exorcista...


Si no puedo ser santa, prefiero ser una condenada. ¿Comprendes Sacerdote? ¿Tú que estás por encima de mí, entiendes qué gran tristeza es no poder ser santa? ¡Piensa, ser santa! ¡Comprenderlo todo, estar en el regazo de Dios, fiel a la sabiduría divina, fundirse con la luz eterna, y al mismo tiempo poder habitar en la tierra, estar sobre los altares, entre las rosas, los cirios y los inciensos, revivir en la oración de todas las bocas, en todos los libros piadosos! ¡Ah, eso es la vida, la vida eterna! Pero de otra manera es preferible seguir con los diablos... 

(Madre Juana de los Ángeles al padre Suryn )

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