Te extraño cuando huyes de madrugada y te extraño cuando camino y me tomo un café en la calle; te extraño cuando June se acerca cariñosa y cuando paso por los grandes aparadores. Te extraño casi a todas horas: cuando escribo, cuando te pienso, cuando escucho las campanas que me anuncian que ya son las tres, cuando me acuerdo de las horas interminables entre humo y whisky, cuanto tengo una comida que dura toda la tarde, también cuando me despido de ti cada día a la misma hora, cuando como en aquel lugar donde nos dio el aire y cuando escucho la radio. Adiós, Anaïs, adiós. Ya nos encontraremos en otras vidas y en otras vidas podré poseerte y quedarme contigo para siempre. Ya te veré en medio de la nieve y entre libros y vino. Adiós, tuyo siempre.
Henry
(última parte de la carta de Henry Miller a Anaïs Nin)
Es un ejercicio de memoria. Llevo poco tiempo en este mundo, he tenido la oportunidad de leer algunas cosas que me parecieron significativas. Se trata de fragmentos de textos que tienen un valor especial, acorde a determinados momentos de mi vida o que simplemente me han gustado, y que quiero compartir. En otras ocasiones convendrá derramar aquí vivencias, ideas, testimonios, imágenes, en fin, aspectos cotidianos que me divierten o perturban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario