domingo, 5 de febrero de 2012

Diálogo sobre los hijos


Dialogo entre Felipe Melanchton (humanista y reformador alemàn del siglo XVI) y Eucardio, o sea el Dr. Ernesto Gutherzig, flamenco....obvio, basta decir que es algo ficticio, no? pero es bueno..

-¿Por qué no libáis- le dijo una vez Melanchton- la dulzura del matrimonio? La tristeza desaparece ante la sonrisa de una esposa y se encuentra placer en el grato bullicio de lo hijos. Imitad al doctor Lutero, que recobra la tranquilidad de la adolescencia cuando tiene junto a si a los tiernos niños que Catarina Bohre ha llevado bajo su corazón.
-No, no- había contestado angustíadamente Eucardio-.La unión sacerdotal es para mí la marca de Caín, la maldición de Cam. La obra de los reformadores dista mucho de estar consolidada y aceptada. ¿Cómo he de contribuir a la existencia de seres inocentes que tal vez me culpen porque haya yo viciado su nacimiento y sólo les deje una herencia de infelicidad y de iniamia? Hice el voto del celibato con ignorancia y con indiscreción; ahora le cumplo por convicción y por humanidad.

(Sacado de: Almazán, José Pascual. Un hereje y un musulmán. México, Editorial Planeta de Agostini, 2004 (Col. Grandes Novelas de la Historia Mexicana), p. 19)

* ¿Qué es iniamia? jamas encontré esa palabra; algo que se le acerca es inopia, que según la Real Academia de la Lengua Española, hace referencia a la indigencia, pobreza, escasez.

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